Esta noche no estrellas en el cielo
y e frío se arrastra entre los jardines
esta noche mis versos deciden
vivir tristes, en el universo
Porque al mirar a la inmensidad
me doy cuenta de tantas cosas
que me llenan de pesar
que me arrastran a la oscuridad
Ya nadie ve en mis ojos rasgados
el brillo plateado que sólo tu veías
porque la luz de luna que de ellos emanaba
era la luz que tu amor producía
Mi alma esta cansada de este mundo
de vivir en un cuerpo dañado
y donde antes había un corazón vigoroso
ahora solo queda un corazón marchitado
Ya tus pies no están en mi regazo
ya no puedo adorar tu cintura
ya no puedo perderme en tu mirada
y mis manos extrañan a las tuyas
Una lágrima hace que la tinta
se escurra a través del papel
se diluye y pierde su esencia
como yo perdí tu saber
Ya el caballero no tiene princesa
ya el jinete no tiene corcel
y la luna me robo tu belleza
y el invierno congeló mi querer
Y aunque sé que jamás leerás
estos versos que te dedico
tengo la necesidad
de junto con el dolor exprimirlos
Y aunque a cualquier persona le entregue
sinceramente mi corazón
será un corazón mutilado
por tus besos y tu calor
Al menos me reconforta
que tú te bañes con luz de luna
y saber que a diario sonríes
aleja el frío y la lluvia
domingo, 26 de septiembre de 2010
domingo, 19 de septiembre de 2010
Agua y Ceniza
Un beso aguarda en un espacio trémulo
Distante entre cientos de kilómetros
Separando dos almas perdidas, vagabundeando
En un mar de incertidumbre y duda.
Dos labios que ansían rozarse
Dos manos que quieren tocarse
Una luna que mira
Unas estrellas que se burlan
¿Qué acaso no ves, dulce princesa,
Que a este vagabundo le haces falta?
¿Qué acaso no sientes, grave fiereza,
Que mi alma quiere con la tuya fundirse?
No, no hay esperanza, solo la luz plateada
De noches sin nubes, sin miedo ni gloria
De hielo que quema y nos hace sudar
No, no existe el tiempo ya.
Los ojos se buscan desesperados
Entre el cielo y la tierra
El agua del mar se evapora y deja sólo sal.
Sal que se acumula en las heridas.
Pero no temas princesa de hielo
No temas que pronto el sol
Derretirá tus finas siluetas
En divinos ríos correrás
Y el viento pronto me llevará
Echo polvo, cenizas sin sabor
Y contaminaré sin dudar ni un instante
El agua tan pura de tu corazón.
Distante entre cientos de kilómetros
Separando dos almas perdidas, vagabundeando
En un mar de incertidumbre y duda.
Dos labios que ansían rozarse
Dos manos que quieren tocarse
Una luna que mira
Unas estrellas que se burlan
¿Qué acaso no ves, dulce princesa,
Que a este vagabundo le haces falta?
¿Qué acaso no sientes, grave fiereza,
Que mi alma quiere con la tuya fundirse?
No, no hay esperanza, solo la luz plateada
De noches sin nubes, sin miedo ni gloria
De hielo que quema y nos hace sudar
No, no existe el tiempo ya.
Los ojos se buscan desesperados
Entre el cielo y la tierra
El agua del mar se evapora y deja sólo sal.
Sal que se acumula en las heridas.
Pero no temas princesa de hielo
No temas que pronto el sol
Derretirá tus finas siluetas
En divinos ríos correrás
Y el viento pronto me llevará
Echo polvo, cenizas sin sabor
Y contaminaré sin dudar ni un instante
El agua tan pura de tu corazón.
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