Princesa de blanca piel
de ojos brillantes
y labios de miel
al mundo llegaste en invierno
y te convertiste en una flor
que aunque ha vivido en el infierno
no se deja vencer por el dolor
Y como una rosa bajo el sol
de una naciente primavera
dejaste florecer tu corazón
sin que nadie jamás te viera
Y ahora cada mañana
con una sonrisa preciosa
le regalas a mi mirada
la dulce visión más hermosa.
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