"A veces un cigarro es simplemente un cigarro". Tal como dijo Sigmund Freud, a veces las cosas son lo que son, sin más. El problema del ser humano es que le da demasiadas vueltas a las cosas. Mastica los pensamientos, se los traga y, aunque suene feo, los vomita para volver a masticarlos y tragarlos. Las cosas nunca son simplemente lo que son.
Una persona me dijo una vez que no podía dejar de pensar en ciertas cosas. No pude dejar de pensar en lo que me dijo (ironicamente). En ocasiones pienso y pienso. Lo peor es que las conclusiones parecen estar atoradas en una caseta de cobro, o en una oficina de gobierno.
Deberíamos ser capaces de utilizar un pensadero (como Dumbledor) o entrar a la Matrix a deshacer nuestra mente como nos venga en gana. La mente siempre me ha fascinado.
Ya le dí muchas vueltas al asunto. El punto central era que tengo ganas de un cigarro.
De una bocanada de humo.
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