martes, 13 de enero de 2009

Perdiendo el control

Estabilidad... ¿Y quién la quiere? ¿Qué no es más divertido acaso un poco de desequilibrio desenfrenado de vez en cuando? La tranquilidad es buena, sí, no lo niego en lo más mínimo ni en lo más máximo. Pero qué pasa cuando tanta estabilidad abruma, agota, agobia, aflige.
No hay nada mejor que un poco de ron, un tabaco quizás si gustan de fumar -buen tabaco, por supuesto- y de ahí en más a perder el control.
Y no hablo de perder el control como puta en antro, tal vez puedan perder el control leyendo un libro, esas lecturas tan fascinantes que terminas cuatrocientas páginas en unos dos días -pero por favor, eviten los libros comerciales de vampiros amorosos o sociedades jerárquicas de magos-.
Existen infinidad de formas de perder el control -refiriéndome a perder el control como alejarse de esa estabilidad rutinaria-. También existen infinidad de razones, así como una única y singular sinrazón.
En fin que hay que animarse a perderse; a llenar el auto de gasolina y ver a donde nos lleva el destino, a caminar sin rumbo fijo, a alejarse de la ciudad y ver las estrellas en un campo desolado, o simplemente, a perder el control como puta en antro -y tal vez los calzones y unas cuantas e inútiles células nerviosas-.

Un pequeño posdata
Agradezco infinitamente a Nocturne por el skin que me ha regalado, el blog se ve mucho mejor gracias a ti.

1 comentario:

me fui dijo...

De nada padre, gracias por hacerme perder el control con su skin xD

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